Entrevista a la asociación cultural YoSoyElOtro realizada por la revista Relaciones Internacionales.

En esta ocasión entrevistamos para la Ventana Social a Dagmary Olívar Graterol y Jesús Del Valle Vélez de la Asociación Cultural YoSoyElOtro. Esta asociación fue fundada en Madrid en el año 2006 y desde entonces lleva a cabo proyectos de gestión cultural y congresos académicos con el propósito de acercar las dos orillas del Atlántico a través de ese espacio histórico y geográfico común: el Caribe.
Pregunta: ¿En qué momento y con cuáles objetivos surge YoSoyElOtro?
Respuesta: Nos conocimos estudiando el Máster de Gestión Cultural de la Universidad Carlos III de Madrid en el año 2006, en esa época decidimos empezar a formar un proyecto propio en el que nos viésemos reflejados como personas y profesionales. Al ser nuestra profesión la cultura teníamos clara que sería un proyecto centrado en esta área, a lo que sumamos el valor y la diferencia que podríamos aportar a la sociedad española, por un lado, y a la nuestra, por otro, debido a que Dagmary es venezolana y Jesús es puertorriqueño, lo que significa que somos extranjeros en territorio español. Inmigrantes es el adjetivo apropiado, específicamente emigrantes latinoamericanos y, también, caribeños.
Este es el origen de YoSoyElOtro, una entidad no lucrativa dedicada a la difusión de la cultura caribeña, en toda su diversidad, en España y Europa, fundada en 2008. Además de este objetivo principal, YoSoyElOtro llena el vacío existente en el medio español de una organización independiente enfocada en el Caribe, más allá de visión regional centrada en Latinoamérica y, como asociación formada por inmigrantes de la región caribeña vamos más allá de las asociaciones nacionales (colombianas, dominicanas, etc.), incluyendo también a otros grupos migratorios pertenecientes a países del Caribe pero con menor población en España. Sin olvidar que una de las funciones de nuestro trabajo es ser mediadores entre el Caribe y España, y viceversa.
P.: ¿Cuáles son los proyectos investigativos actuales de la asociación?
R.: En la actualidad estamos centrando nuestros esfuerzos en la preparación del III Congreso Internacional sobre el Caribe: Nuevos sujetos y subjetividades en el Caribe hispano a celebrarse en Madrid del 26 al 29 de noviembre de 2014. Parte del equipo se dedica a la investigación y definición académica de la propuesta; la revisión de los conceptos que han conformado y conforman a los nuevos sujetos y subjetividades de la región, así como a los investigadores que trabajan en estos

temas.

A la par de los proyectos sobre el Caribe, desde 2013 estamos trabajando en Distrito 22 que tiene a Madrid, nuestra ciudad de acogida, como escenario de las acciones. Basándonos en el concepto de resiliencia y nuestra procedencia de países marcados por distintas crisis, creemos que tenemos una visión positiva que aportar y estamos trabajando para conjugar las diversas posibilidades para intervenir por medio de la cultural, la ecología, terapias complementarias y otros recursos.
P.: En cuanto a la labor de consultoría cultural, ¿cuáles proyectos han sido más relevantes o han resultado un reto para la asociación?
R.: Todos los proyectos son relevantes y resultan un reto. Pero seguramente lo más difícil siempre coordinar tanto las expectativas de los socios como las metodologías de trabajo de los proyectos en los que intervienen varias organizaciones y, en algunos casos, de distintos países. Hemos colaborado en la realización de la programación cultural en la LIBER 2010: Feria de editores de España Pabellón de Puerto Rico, que además se celebró en Barcelona y la mayoría de nosotros residíamos en ese entonces en Madrid.
También hemos servido de nexo entre artistas del Caribe e instituciones españolas, como fue el caso T+: Año internacional de los afrodescendientes. Colaboramos en esta entrega de T+, un evento de Casa de América que conmemoró la declaración de UNESCO de 2011 como Año Internacional de la Afrodescendencia, representando a la artista interdisciplinar puertorriqueña Awilda Sterling-Duprey con su ponencia “Toques de tambor para las diosas: Representaciones de lo femenino en la religión Yoruba” y al músico afro-cubano Jesús Catalá.
P.: En relación a los dos congresos organizados anteriormente por YoSoyElOtro, ¿cuál es el balance que harían de la investigación sobre el Caribe en España? ¿Qué temas inquietan más a los caribeñistas “aquí” y “allá”?
R.: Nuestro congreso posee la particularidad de incluir, además de la especificidad geográfica, la línea transversal de género. Motivo por el cual no podemos hacer un balance amplio y completo de los intereses de los caribeñistas de “aquí” y “allá”. Dentro de estas líneas se da una predilección por la temática de género, pero mucho más enfocada en la posición y empoderamiento de las mujeres dentro de la sociedad. Notamos que los de “aquí” tienen un interés en la relación histórica entre ambos espacios geográficos e imaginarios; aunque también les preocupa la actualidad, a resaltar la temática migratoria, la integración, etc. “Allá”, la presencia de la afrodescendencia, las prácticas subalternas relacionadas con género y raza tienen cada vez mayor interés, sin olvidar la temática migratoria, desde la óptica diaspórica. Creemos que las disciplinas por excelencia que prefieren abordar los investigadores, por lo menos en nuestro caso, son la literatura y las ciencias sociales. Pero no podemos olvidar que los de “aquí” y “allá” se cruzan y superponen cuando hablamos sobre el Caribe desde esta orilla del Atlántico.
P.: En comparación a otras diásporas actuales en Madrid, ¿qué especificidades tiene la diáspora caribeña? ¿Cuáles son los procesos históricos recientes que la impulsan? ¿Qué caracteriza a

las redes de solidaridad de migrantes caribeños?
R.: Es primordial partir de la diversidad de las distintas culturas y sociedades caribeñas, y con ello del devenir económico, político y social de cada una de las naciones que conforman esta parte del mundo para poder entender lo que ocurre con su diáspora. Sin embargo, podemos ver que el caribeño en líneas generales posee un alto componente de afirmación y autoestima en comparación con otros grupos migratorios. Sabemos que existe una relación especial entre el caribeño y el español, conexiones que pasan por la historia, el idioma común y también por el ritmo que el Caribe ha impuesto en el mundo entero, más allá de sus mitos y contradicciones.
Pero a pesar de esto, no podemos comparar las causas de la migración cubana, la dominicana o la venezolana, por ejemplo. La última, más reciente, ha sido motivada por la inestabilidad política e inseguridad ciudadana y no por razones económicas como ha sido en un principio la causa de la dominicana, o por temas políticos como en algunos casos la cubana. Son muchos los procesos históricos que impulsan la diáspora, a los que hay que sumar las causas personales y profesionales que también animan a ello.
En cuanto a nombrar una característica de las redes de solidaridad, debemos comenzar diciendo que éstas siempre comienzan desde lo nacional y el reconociendo de la identidad desde el territorio-nación, incluso desde lo local —determinada provincia, región o incluso pueblo o ciudad tanto del país de origen como de acogida—. Es cierto que las causas migratorias determinan la formación de las redes solidaridad. Así, la migración colombiana tiene eficaces formas de trabajo en pro de sus nacionales, lo mismo ocurre con la dominicana: ambas están enfocadas en aspectos vitales como la legalidad, el trabajo y la calidad de vida de sus compatriotas. Otras redes, como la puertorriqueña, es más estacionaria y de menor densidad poblacional. Claro, todo esto lo decimos desde una asociación como la nuestra que parte desde la región en su amplitud, pasando por su diversidad y materializándose en su diáspora. Es decir, queremos superar las identidades nacionales y, sin negarlas, incorporarlas a una categoría que engloba un mar y todas las posibilidades que su sol, sus huracanes, su cercanía o su añoranza nos pueden brindar.